El tema de hoy es sensacional para tu autoestima. El conjuro definitivo para dominar el arte de decir NO y no morir en el intento, como decirlo sin sentirte mal, como hacer que dejen de tomarte por el tonto del pueblo.
¡Ahhh, querida alma luminosa! , ven, acércate, que la Hechicera Rubia tiene algo importante que contarte. ¿Cuántas veces has dicho que sí cuando en realidad querías decir que NO? ¿Cuántas veces has cargado con más peso que un burro de carga mientras otros descansaban a la sombra?
¡Ha llegado el momento de romper ese maleficio!
Existen dos tipos de seres en este reino:
- Los que siempre ayudan y nunca reciben ayuda.
- Los que nunca ayudan pero siempre están pidiendo favores (también conocidos como parásitos emocionales).
Si perteneces al primer grupo, enhorabuena: eres oficialmente el hada madrina de medio mundo. Pero, cariño, hasta las hadas madrinas necesitan vacaciones. Y de vez en cuando, que te den una palmadita de gratitud, no tiene precio. Y aquí es donde te voy a enseñar el sagrado hechizo del NO. El arte de decir NO y no morir en el intento.
Decir NO es un arte mágico (y hay que entrenarlo como un buen sortilegio). A veces cuesta todaaa la vida aprenderse este conjuro… saber decir NO.
Nos han enseñado que decir que no, es de ser egoísta y cruel, o directamente, un villano de cuento. Pero no, pequeñas estrellas del firmamento, decir que no es simplemente proteger tu energía vital.
Y aquí viene lo más interesante: cuando por fin digas que no, habrá gente que se ofenda.
¡Oh cielos! ¡Qué tragedia! Pero, fíjate qué curioso: a esas mismas personas no les molestaba cuando decías que sí a todo. Esas mismas personas son las que no te llaman para preguntar cómo estás, sino solo para pedir. Y cuando ya no eres útil, ni se acuerdan de tu mortal existencia.
Muchos de vosotr@s me habéis preguntado, pero Hechicera Rubia, ¿cómo gestiono la culpa?
Recuerda esto: no eres un elfo doméstico. No eres un duende del bosque obligado a cumplir los deseos de todos. Eres un ser mágico y poderoso.
Hazte esta pregunta mágica: Si me encontrara en un calabozo oscuro y le pidiera ayuda a esta persona, ¿vendría a salvarme? Si la respuesta es un rotundo NO, entonces ya tienes la respuesta.
Piensa en esto: Si decir “no” a los demás significa decir “si” a tu paz mental, entonces lo estás haciendo bien, mi pequeño aprendiz de brujo.
Los mejores conjuros para decir NO
El NO elegante: “Lo siento, pero esta vez no puedo” (Como una noble dama o un mago sabio, sin excusas innecesarias). Es eficaz y no da paso a que te insistan.
El NO diplomático: “Me encantaría ayudarte, pero ahora mismo no me es posible” (Suena precioso, ¿verdad?, pero en realidad, es un hechizo de desaparición).
El NO ilusionista o el Ninja: “¡Qué buena idea! Ojalá pudiera, pero me resulta imposible” (Un no disfrazado de arcoiris y purpurina, pero es un NO como una casa).
El NO de la Hechicera Rubia: “No” (Firme, directo y sin más explicaciones. Solo apto para magos avanzados)
Aunque parezca fácil leer esto, luego ponerlo a la práctica es muy difícil. El arte de decir NO y no morir en el intento hay que practicarlo día a día. A ver, querida alma caritativa y multifuncional, si estás leyendo esto, es porque seguramente tienes un “sí” fácil y un “no” atascado en la garganta. Eres de esas personas que siempre estás ahí para todo el mundo: te piden ayuda para pintar la casa y apareces allí con cinta de embalar, te piden que cubras un turno y ya tienes el delantal puesto, te piden que cuides un perro, un hijo, una planta… ¡Y acabas con una guardería en casa!
Pero, amiga/o, ¿y cuando tú necesitas algo?
¿Lo escucháis? ¿Seguro? Porque yo no escucho nada…
¡Un momento!
Silencio, grillos, y el eco de tu propia voz preguntándote por qué demonios nadie está nunca disponible para ti.
O aquellas personas… para las que siempre estás en sus malos momentos, ¿pero y en los buenos? ¡¡Desaparecen hasta que te necesitan!!
Así que…
NO es una frase completa, en una sola palabra, en una sola sílaba
Sí, tal cual. No necesitas una tesis doctoral para justificarlo. Un simple: “No puedo”, “Hoy no me va bien”, o incluso “No, gracias” es suficiente. Y si te preguntan por qué, puedes contestar con un elegante: “Porque no” (así, con aire de misterio)
La técnica del Loro
Cuando la persona insistente intente hacerte sentir mal, lo mismo con calma.
— “¿De verdad no puedes ayudarme? ¿Quedarme a dormir en tu casa?”
— “No puedo”
— “Venga, es solo un día”
—”No puedo”
—”¡Pero si siempre me ayudas!” “Y haga lo que haga, me perdonas ¿Por qué ahora no?”
—”Pues porque esta vez no puedo”
(Si insisten más, prueba con “mira, ¡Superman en el cielo de Valencia!” y sal corriendo)
Usa el “NO positivo” (Este me encanta, es que soy una hechicera muy positiva)
Si decir “NO” te pesa más que una deuda eterna o un ex pesado y cansino, suavízalo:
—”No puedo, pero seguro que encuentras a alguien que sí” (Traducción de los brujos de alto standing: Búscate la vida)
—”Ahora mismo no puedo, pero avísame con más tiempo para la próxima” (Traducción de los orcos del inframundo: Nunca).
—”No esta vez, pero gracias por pensar en mí” (Traducción de las princesas cósmicas: No me vuelvas a llamar)
El truco de la demora
Cuando te sueltan un favor sorpresa, en lugar de responder en el momento, usa el comodín del tiempo:
—”Déjame pensarlo y te digo luego”.
Esto te da tiempo para encontrar una excusa o, si te da miedo enfrentarte, para mandarle un WhatsApp con un “lo siento, no puedo” y silenciar el chat.
O esas personas que te preguntan cosas personales, que no te apetece explicar, pero como saben que no sabes decir que no, insisten hasta la saciedad… puedes elegir NO contestar. Contra el defecto de pedir, la virtud de no dar. Contra el defecto de preguntar cosas íntimas, la virtud de no contestar.
La culpa es un bicho mentiroso
Cuando te sientas mal por decir que no, pregúntate:
—¿Me piden favores o me usan como servicio gratuito?
—¿Se preocupan por mí o solo cuando necesitan algo? ¡Si luego ni te llaman para irte de comida o celebración!
—¿Me devuelven el favor alguna vez? (¡Ya sé que tenemos que dar a cambio de nada, en eso estoy conforme… ¿pero siempre el mism@?!)
Si las respuestas te confirman que eres un cajero automático de favores, entonces ese “NO” es tu nuevo amigo.
Recuerda que no eres una ONG
Ser amable está bien, ser un felpudo no. Ayudar es bonito, pero también lo es que te ayuden a ti. Así que la próxima vez que te dé cargo de conciencia, repite conmigo:
“No soy egoísta por cuidar mi tiempo. No soy mala persona por no estar disponible siempre. Decir no también es amor propio”.
Y si alguien se enfada porque no cediste… la Hechicera Rubia te da un spoiler:
Solo le importabas mientras le servías.
Y si te hacen culpable de no ayudarle con sus cagadas… Acuérdate, son sus cagadas, no las tuyas. Con cada paso estás más cerca de dominar el arte de decir NO y no morir en el intento.
Así que ya sabes, usa tu magia con sabiduría y recuerda que no tienes que caer bien a todo el mundo. Quien de verdad te valore, te respetará aunque le digas que NO. Y quien se ofenda y se vaya de tu vida, y no quiera saber nada de ti… ¡Pues que se busque otro mulo de carga!
Aquí tienes más títulos de esta serie que te puede ayudar con aspectos importantes de la vida:
- El manual de supervivencia para ser perfectos y no morir en el intento
- El arte de mantener la calma
- Como soltar y no morir en el intento
Oh!! Hechicera Rubia!! Me encanta esta reflexión!! Cuanta certeza tienes en tus palabras!! Me has llenado de fuerza para empezar a aplicar esta infalible técnica para disponer de más tiempo para uno mismo aprendiendo el Don del No.
Siempre tu fan!! 🫶🫶
¡Oh, alma sabia! Me llena de gozo saber que mis palabras han encendido en ti la llama del poder del No. Úsalo con valentía, sin culpa y con la certeza de que en cada No a lo ajeno hay un Sí a ti misma. ¡Que la magia te acompañe! ✨
Parece que lo hayas hecho para mí, me siento totalmente identificado.
Soy partidario del último conjuro, el de la hechicera rubia, un no rotundo, para que no puedan reaccionar.
Gracias me ha servido de mucho.
¡Oh, espíritu afín! Me alegra saber que mis conjuros resuenan en tu esencia. El No rotundo es un escudo poderoso, firme e inquebrantable. Úsalo con confianza y verás cómo la magia del tiempo propio se despliega ante ti. ¡Que la fuerza del No te guíe! ✨