¡Ayyy queridas almas atrapadas en el pasado! Bienvenidos a esta maravillosa clase magistral impartida por una servidora, la inigualable, brillante y un poquito dramática Hechicera Rubia. Hoy os hablaré de algo que a todos nos cuesta: soltar lo que ya no nos suma. La gran lección del desapego bye bye. O como yo lo llamo, «hacerle la cobra al drama innecesario”, “soltar el lastre que te hace ir de lado»; como soltar y no morir en el intento.
Porque sí, todos queremos ser seres iluminados, fluir con la vida, soltar lo que ya no nos aporta y caminar con ligereza… ¡Pero qué difícil es, puñetas! Nos aferramos a lo que nos duele como si fuera una manta calentita en invierno. Para esto vamos a seguir un approach gradual, por pasos.
Primer paso: Aceptar que eso ya no da para más
Hoy, aquí y hora, vamos a hacer un exorcismo emocional. Porque no sé vosotros, pero yo he visto suficiente drama en esta vida como para saber que el pasado es como ese ex que sigue viendo tus historias pero nunca te habla: ya no tiene nada que hacer aquí.
Si algo no fluye, si algo te cuesta más que aprender a hacer yoga en una tabla de surf, es porque no es para ti. Punto.
En una serie que me he empapado esta semana, Un lugar para recordar, el protagonista decía algo que se me quedó grabado: «No puedes quedarte en un sitio solo porque una vez te hizo feliz. La vida sigue, y si no te mueves con ella, te quedarás atrapado en el recuerdo»
Y ¡qué gran verdad más grande! A veces nos aferramos a situaciones, relaciones o trabajos porque alguna vez nos hicieron felices. Pero el pasado no paga alquiler en tu vida actual. Por eso es tan importante saber como soltar y no morir en el intento.
Si algo en tu vida te da más dolores de cabeza que un hechizo mal lanzado, ¡es hora de soltarlo! ¿Una relación que te hace más infeliz que una bruja sin escoba? Suéltala. ¿Ese trabajo o puesto que te absorbe el alma? ¡A la hoguera! ¿Un amigo o familiar que te escribe solo cuando necesita algo? Que se lo pida al universo, que yo ya no estoy.
Segundo paso: Reconocer que no somos basureros emocionales
No somos alabaceas ni guardianes de las emociones. A ver entonces, que alguien me explique por qué seguimos cargando con cosas que solo nos pesan.
Emociones rancias, recuerdos dolorosos, expectativas que ya no se van a cumplir, ¿para qué? Es como tener una app en el movil que no usas, pero que sigue ocupando espacio y ralentizando todo. ¿Sabes qué hay que hacer? ¡Borrar, eliminar y soltar!
¡A ver, alma de cántaro, deja de acumular cosas que pesan más que la maleta de una turista exagerada! Las emociones negativas también caducan, como el yogur o el actimel. Si sigues guardando rencores, tristezas o expectativas incumplidas, vas a terminar con un refrigerador emocional lleno de cosas podridas. Si decides perdonar a alguien, hazlo de corazón y no vuelvas al pasado. ¡Sácalo todo ya! ¡Evoluciona!
Lo que pasó, pasó. La gente que se fue, se fue. La oportunidad que no salió, pues mira, será porque había otra mejor esperando.
Tercer paso: El universo ama los espacios vacíos
La magia de abrir espacio. Como dice José Mota, tú dame hueco que yo…
Si te aferras a lo viejo, ¿dónde crees que el universo va a meter lo nuevo y maravilloso? Imagina que tu vida es un armario: si está lleno de ropa que ya no te queda bien (¡pero que sigues guardando «por si acaso»!), nunca tendrás espacio para los vestidos espectaculares y los pantalones que están por llegar. ¡Suelta el suéter del 2004 y hazle hueco a la magia! No pienses… ¿Y si estos pantalones de campana se vuelven a llevar? ¿Y si esta faldita mini la puedo llevar también?
Adiós a lo que pesa, hola a lo que suma.
Cuarto paso: Ritual de liberación nivel Hechicera Rubia
Muy bien, ahora viene la parte mágica. Vamos a soltar con estilo, este ritual también tiene pasos. Demuestra tu compromiso siguiendo esta secuencia:
1. Coge una hoja y escribe lo que ya no te aporta. Gente, situaciones, pensamientos, miedos, expectativas… Todo lo que te mantiene atrapado.
2. Míralo fijamente y dile: «Gracias por lo aprendido, pero NEXT»
Sí, si, has oído bien. Porque incluso lo malo nos enseñó algo. Siempre dile: «Gracias por lo que me diste, pero ya no te necesito»
3. Quémalo, rómpelo o tíralo con dramatismo al viento,como en una pelicula épica, como si fueras Gollum desprendiendote del anillo.
4. Baila. Siii, baila. Celebra que te estás quitando un peso de encima. ¿No lo sientes? ¡Pesas menos! La vida es demasiado corta para vivir encadenado a lo que ya no tiene sentido.
Quinto paso: Conclusión sabia y con chispa
Soltar no es perder, es abrir espacio para lo que realmente mereces. Así que, en palabras cósmicas: Menos apego, más flow. Menos drama, más mágia. Y menos nostalgia… ¡más amor propio, carajo!
Mira, la vida está en continuo movimiento. No somos las mismas personas que éramos ayer. Si sigues aferrado a lo que fuíste, te perderás la oportunidad de descubrir en quién te puedes convertir.
Así que aquí, con mi varita imaginaria y mi sabiduria ancestral (y un toque de drama, porque el drama bien usado es arte), te declaro oficialmente libre de lo que te pesaba.
Menos pasado, más presente. Menos miedo, más amor.
¡Ahora ve y suelta con estilo! Ya sabes como soltar y no morir en el intento. El universo está esperando sorprenderte. Porque créeme, cuando aprendes a soltar… la magia ocurre.
Aquí tienes más títulos de esta serie que te puede ayudar con aspectos importantes de la vida:
- El manual de supervivencia para ser perfectos y no morir en el intento
- El arte de mantener la calma
- El arte de decir NO y no morir en el intento
Querida hechicera Rubia,
Que bonito tema, soltar lo que ya no nos suma, puedo decir, por experiencia propia, que cuesta mucho hacerlo, pero con la madurez de los años es más fácil, a veces nos aferramos a cosas, personas, experiencias que añoras, y piensas que necesitas, pero las tendencias cambian, las personas cambiamos, nuestra situación cambia, siempre pienso, que nuestro pasado nos sirve para sobrellevar el presente y siempre mejorar nuestro futuro,
Siempre espero con ansia tus opiniones, porque me haces reflexionar mucho y disfruto con la lectura.
Nos vemos en la próxima entrega!!
¡Oh, alma sabia y reflexiva, qué gusto leerte!
Tu carta destila la voz de alguien que ha recorrido caminos, que ha probado el dulce y el amargo de la vida, y que ha entendido que el cambio no es enemigo, sino maestro. Tienes razón, soltar no es fácil, porque nuestras manos siempre tienden a cerrar los puños cuando algo nos es querido, aunque nos haga daño. Pero la madurez —¡ah, esa bruja sabia que nos va templando con los años!— nos enseña que soltar no es perder, sino liberar espacio para lo nuevo.
Nos aferramos porque el pasado nos dio certezas, porque en algún momento, aquello que hoy debemos dejar atrás nos hizo sentir seguros. Pero como bien dices, la vida es movimiento, y lo que nos servía antes, no siempre nos sirve ahora. No somos traidores de nuestro pasado cuando decidimos seguir adelante, sino arquitectos de nuestro futuro.
Sigue reflexionando, sigue disfrutando de este viaje que no es más que un hechizo bien tejido entre lo que fuimos, lo que somos y lo que podemos llegar a ser.
Con todo mi cariño,
La Hechicera Rubia ✨
¡Hola mi querida hechicera! Por fin puedo poner mi opinión en este apartado que tanto me ha hecho pensar.
Que razón tienes en estas líneas escritas tan sabiamente. En esta vida hay que dejar, para poder entrar cosas y personas nuevas, lo vivido ya es pasado y lo malo hay que desearlo y olvidarlo. Es difícil pero hay que seguir hacia ADELANTE, tengas la edad que tengas hay que desprenderse de equipaje y así poder de llenarse de cosas buenas.
Te doy las gracias por recordarme hoy, que solo se vive una vez y se tiene que ser feliz.
¡Ay, mi alma sabia y valiente! Qué alegría leerte por aquí, dejando tu esencia en estas letras… porque tus palabras son puro conjuro de vida.
Qué cierto es lo que dices…A veces vamos por el camino arrastrando maletas llenas de recuerdos, miedos, culpas o personas que ya cumplieron su ciclo en nuestra historia. Y claro, con tanto peso…¿Cómo va a entrar lo nuevo? ¿Cómo va a volar el corazón?
Soltar no siempre es fácil, lo sé…pero es necesario. Es el acto más generoso que podemos hacer por nosotras mismas: dejar espacio para lo que de verdad merecemos. Porque la vida -cuando nos ve ligeras de equipaje- siempre encuentra la forma de sorprendernos.
Así que sí, mi querida alma luminosa… sigue caminando, sigue soltando, sigue creyendo. Lo mejor está siempre por llegar… y tú ya estás lista.
Te mando un abrazo de esos que despeinan las penas y perfuman el alma.
La hechicera Rubia