Septiembre, el mes de vuelta a la rutina

SEPTIEMBRE, el mes de VUELTA A LA RUTINA

Septiembre, el mes de Vuelta a la Rutina: guía mágica de supervivencia (by La Hechicera Rubia, que siempre se queja, pero siempre sobrevive).

Septiembre no es el fin del verano, es el recordatorio de que la vida no puede ser un mojito eterno de sabor a sandía (aunque debería). Es ese momento incómodo en que la rutina se te sienta al lado, se echa colonia barata con olor a alcanfor y te susurra al oído: “Ya volví, cariñooo”.

Pero —y aquí viene la magia—, hasta la rutina, tan cansina y con ojeras, puede ser domesticada con un poco de humor, una pizca de ilusión y muchas ganas de inventarse microplanes para no mandarlo todo a la porra.

Hechizo 1: El encantamiento del regreso

Septiembre es el lunes de los meses. Poco importa que tengas nueva mochila, colecciones de fascículos absurdos o promesas de gimnasio (¡Madre mía, qué cola había para apuntarse el 31 de agosto!); el alma llora porque la chancha quedó atrás.

Diagnóstico y tratamiento oficial de la Hechicera Rubia:

  • Síntomas: bostezo crónico, mirar fotos de playa y ríos como si fueran exnovios, odiar el despertador.
  • Nombre científico: Depresioncilla posvacacionalis.
  • Conjuro de adaptación: repite cada mañana frente al espejo, con el pelo aún mojado y el café en la mano:

“No es que se acaben las vacaciones, es que empiezo a coleccionar excusas nuevas”.

Hechizo 2: Pócimas Anti-Depre

La magia de septiembre requiere ingredientes fáciles de encontrar (ninguno se vende en herbolario oscuro, tranquila).

  1. Café reforzado con ilusión
  • Ingredientes: 1 taza de café + 1 pensamiento bonito para octubre (puede ser Halloween, puede ser el Puente del Pilar).
  • Efecto secundario: sonrisa sospechosa en plena reunión con el supervisor o coordinador.
  1. Smoothie de la productividad
  • Ingredientes: plátano, avena, ganas fingidas de triunfar.
  • Agitar fuerte mientras dices: “¡Que vuelva la diosa de la concentración a mi cuerpo, esa que estaba en Ibiza!”.
  1. Infusión de la Calma escolar
  • Ingredientes: tila + playlist de los 2000.
  • Receta secreta: tomar antes de ayudar a los niños con los deberes de matemáticas.

Hechizo 3: Conjuros prácticos

Pequeños trucos para que septiembre, el mes de vuelta a la rutina, no te devore con sus afiladas garras:

Conjuro de la Agenda infinita.

  • Compra agenda nueva (obligatorio en septiembre).
  • Escribe la primera semana con bolígrafo de purpurina.
  • Cada vez que cumplas una tarea, grita “¡He vencido al caos!” (aunque estés en la oficina).

Invocación del Ratico para ti.

  • Mínimo 30 minutos diarios de ocio egoísta.
  • Puede ser leer, pintar, mirar memes o incluso coleccionar fascículos de “Minerales del Mundo”, ¡que ahora están muy de moda!

El arte del Microplanazo.

  • Programa un miniviaje, una cena especial o un maratón de series.
  • La magia está en tener siempre un conjuro pendiente para huir de la monotonía.

Hechizo 4: El Oráculo de Septiembre

La Hechicera Rubia te lanza las cartas del tarot (no las de facturas y recibos, que esas siempre aciertan). Y el mensaje es claro:

La depresión posvacacional se cura con humor, rutinas suaves y un poquito de magia personal. 

No siempre el regreso significa alegría. Hay mañanas en las que el trabajo se siente como una prisión y el colegio como una puerta pesada que no quieres cruzar. Hay lugares que parecen robarte la calma y rutinas que se disfrazan de cadenas invisibles.

Y es allí, justamente allí, donde el alma se pone a prueba. Porque no se trata de sonreír por obligación ni de fingir entusiasmo cuando lo que sientes es resistencia. Se trata de escucharte, de aceptar tu verdad y de descubrir que la fuerza no está en callar lo que duele, sino en atreverte a reconocerlo.

La valentía no siempre es conquistar montañas; a veces es simplemente levantarse cada día y decir: «Aquí estoy, sigo adelante». No porque el camino sea fácil, sino porque dentro de ti vive una luz que ningún miedo puede apagar.

Cuando el instituto te pesa, recuerda: no vas por el lugar en sí, vas por el aprendizaje que te ayudará a ser libre.

Cuando el trabajo te ahoga, no olvides: no trabajas solo por un sueldo, trabajas para construir la vida que mereces.

Y cuando la rutina se vuelve ansiedad, detente un instante y recuérdate: «Yo no soy mi miedo, yo soy la fuerza que camina a pesar de él».

El mundo no siempre cambia para nosotros, pero nuestra mirada sí puede transformar la manera de habitarlo. Y allí, en esa transformación, es donde se revela tu verdadera valentía. Y como está hoy en día la sociedad, necesitamos de muchas dosis de la misma.

Renueva tus sentimientos para atacar las rutinas

Por tanto, querido mortal, septiembre no es el final del verano, aunque el calendario lo grite. Septiembre, el mes de vuelta a la rutina, es la bienvenida a una nueva temporada de tu vida. Un nuevo episodio único. Es el mes en que las páginas en blanco de la vida vuelven a abrirse.

El sol ya no calienta la piel con la misma fuerza, pero comienza a iluminar los sueños que dejamos aparcados en agosto. No viene a quitarnos la luz del sol, sino a recordarnos que también la rutina puede brillar si aprendemos a mirarla con otros ojos. Cada vuelta es en realidad un inicio. Cada agenda en blanco es un mapa por escribir. Y cada lunes de septiembre es la puerta hacia un camino distinto, donde lo aprendido en vacaciones se transforma en la fuerza para seguir avanzando.

La verdadera magia de septiembre no está en lo que termina, sino en lo que empieza: nuevas rutinas, nuevas oportunidades, la certeza de que cada regreso es también un renacer. Porque solo quien entiende que septiembre es semilla puede recoger en los próximos meses la cosecha de su propio cambio.

El secreto no está en resistir al regreso, sino en comprender que septiembre es la chispa que enciende la hoguera de lo que aún no hemos vivido.

Porque quien abraza septiembre, abraza la posibilidad de renacer…

Al final, septiembre no te roba la felicidad, solo te obliga a practicar el arte milenario de amargitar su presencia, para luego reírte de ella con descaro. 

Porque sí, septiembre es un fastidio… pero también es tu oportunidad de empezar otra vez.

Y te lo dice una bruja nacida en este mes, te lo dice la Hechicera Rubia, con el rimel corrido pero digna.


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6 comentarios

  1. Querida hechicera Rubia:
    Siempre me divierto mucho leyendo tus escritos.
    Tu texto se siente como un abrazo con chispa: divertido, mágico y a la vez lleno de verdad. Transforma septiembre en un inicio con esperanza, humor y mucha fuerza para seguir adelante. 💛😘

  2. Saludos hechicera rubia.

    Tu relato convierte a septiembre en un personaje vivo: un mes incómodo, con olor a rutina, pero también lleno de hechizos cotidianos que ayudan a sobrevivirlo. La voz de la Hechicera Rubia logra un equilibrio entre humor y reflexión, donde los “conjuros” son metáforas creativas que transforman la depresión posvacacional en oportunidades para reinventarse.

    Lo valioso del texto está en cómo baja un tema pesado —el regreso a la rutina— a un terreno cercano, divertido y esperanzador. Los hechizos, las pócimas y los microplanes funcionan como recursos literarios que invitan a mirar septiembre con ojos nuevos. Además, el cierre reflexivo aporta hondura, recordando que la verdadera magia no está en lo que termina, sino en lo que comienza.

    En suma, es una crónica ligera y chispeante, que deja una enseñanza: septiembre puede ser fastidio, pero también es renacimiento si sabemos conjurar la rutina con humor y valentía.

    1. Efectivamente… a veces creemos que la magia está solo en los momentos especiales… pero también se esconde entre despertadores madrugadores, tazas de café apuradas y agendas llenas. Algunos, como un pitufo gruñón que conozco, hasta almorzando de escándalo a lo Steven Seagal.

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